"Navegando la Incertidumbre: Nuevas Perspectivas en el Horizonte"
La mañana transcurre entre el ir y venir de estudiantes que descienden y ascienden por las escaleras de las tres salas de cine, donde hoy no se proyecta una sola película, sino un sinfín de ellas. Si algo se ha evidenciado en Kinépolis, con motivo del décimo aniversario de EL PAÍS con tu futuro (EPCTF), es que, en el ámbito laboral, han quedado atrás los compartimentos estancos. La educación está destinada a llenar los espacios intermedios y a compartirlos. Todo evoluciona con rapidez y las disciplinas, incluso las más clásicas y tradicionales, se abren a la colaboración con otras para edificar, juntas, un futuro colectivo que ya está manifestándose en el presente. Este momento resuena a mestizaje, a hibridación y a fusión. Además, invita a la cooperación entre perfiles que, no hace tanto, eran divergentes o, al menos, transitaban en paralelo sin intersección. ¿Es más enriquecedor? Sin duda. ¿Es más complejo y desconcertante? También. Por eso, para Víctor, Marta y Paula, estudiantes de 2º de Bachillerato en el colegio Cardenal Spínola (Madrid), este evento adquiere tanta relevancia. “Nos brinda una perspectiva global y nos ofrece la oportunidad de aprender más allá del entorno escolar”, comentan.
A Víctor le gustaría ser médico; Marta no sabe si decantarse por enfermería o fisiología, y también le tienta la psicología; Paula valora cursar un doble grado en Relaciones Internacionales y ADE (Administración de Empresas), o quizás periodismo. “Hay más oferta que nunca, y los chicos y chicas están despistados, con mucho lío”, concede José Luis, orientador del colegio Liceo Cónsul de Vallecas. Y eso que ahora la orientación comienza antes, recuerda. Dos de sus alumnas de 4º de ESO, Daniela y María, confiesan no tenerlo demasiado claro en cuanto a la carrera concreta, aunque sí que la primera se decantará por letras y la segunda por ciencias. Por ahora, derecho y veterinaria son las que más papeletas tienen. Aún tienen un poco de margen, dicen con cierto alivio. “Esta jornada nos está ayudando porque nos está presentando cosas nuevas e innovaciones en tecnología”, afirma un grupo de chavales del colegio Montpellier, en Ciudad Lineal.
Chanik, Theo y Javi, del colegio Ábaco, situado en el Pau de Carabanchel, han instalado su campamento base en la sala de ciencia y tecnología, con frecuentes incursiones a las otras dos. Están contentos porque han encontrado varias ponencias interesantes, aunque han echado en falta que hubieran sido un poco más largas. El trasiego entre los distintos espacios de EPCTF es la norma. Valeria y Evelyn suelen estar en educación y empresa, pero se pasarán a creatividad en cuanto comience la charla de la escritora Inma Rubiales, de la que son seguidoras. A Jaime, en 2º de Bachillerato en el Cardenal Spínola, le interesan las humanidades, pero también quiere explorar el mundo empresarial, y montar su propia firma. “Había visto Relaciones Internacionales, porque lo de redactar textos formales y darle estructura me gusta mucho”. Pero aún tiene dudas, así que se acerca a Victoria Troyano, intérprete de conferencias y profesora en la Universidad Pontificia de Comillas, en busca de su opinión sobre la cabida de la filosofía o la lingüística en un mundo cada vez más tecnológico.